Marzo de 2024

Elliot Colburn, diputado conservador por Carshalton y Wallington en el Parlamento del Reino Unido, aprovechó la oportunidad que le brindaba el turno de preguntas al Primer Ministro para compartir su experiencia de intento de suicidio, hablar de su recuperación y compartir el mensaje "la ayuda está ahí fuera". 

El Sr. Colburn explicó que ya no reconoce a esa persona angustiada de hoy, que pensaba que no había otra salida que intentar quitarse la vida. Su intervención fue recibida con aplausos por todos los sectores de la Cámara y con una declaración positiva del Primer Ministro, Rishi Sunak, sobre la importancia de la prevención del suicidio.

En el Spectator, Isabel Hardman afirma: "Cualquiera que haya visto el cráter de bomba que deja en una familia un suicidio desearía que se hablara más del tema, sobre todo entre los hombres, y dónde dirigirse ..... Sigue siendo tabú, incluso cuando la ansiedad, el TDAH y otras afecciones se han normalizado bastante". La sociedad civil debe desempeñar un papel fundamental para reducir el estigma del suicidio, promover la prevención y fomentar la búsqueda de ayuda.

Siga estos enlaces para ver la declaración del Sr. Colburn en la Cámara, y para leer la cobertura de la BBC aquí y del Guardian.

Esta historia de esperanza subraya algo que los miembros de LifeLine International, en su trabajo de intervención en crisis para salvar vidas, ven una y otra vez: que con apoyo, muchísimas personas que han sufrido una crisis suicida superan su momento de angustia y desesperación y recuperan sus vidas. La cuestión fundamental es pedir ayuda. El papel del apoyo en situaciones de crisis, y especialmente de las líneas telefónicas, es ser esa conexión humana en el momento en que alguien se siente aislado y desamparado. Ese simple acto de contacto puede cambiar la trayectoria del futuro de alguien.  

Todas las plataformas de Lifeline International ofrecen acceso a "findahelpline",un servicio asociado que permite a cualquier persona encontrar una línea de ayuda en su país con sólo pulsar unas teclas, incluidos, siempre que sea posible, los países donde el suicidio sigue siendo un delito y debe garantizarse la confidencialidad.